sábado, 26 de abril de 2008

Víctimas del odio

“26 de abril de 1937, en plena guerra civil española, aviones alemanes lanzaron de forma incesante bombas de 450 kg. y más de 3000 proyectiles, al pueblo más antiguo de los vascos: Guernica.
El bombardeo duró tres horas y cuarto. Hubo más de 300 muertos, según los datos actuales, aunque en aquella época se estimaba una cifra de más de 1000 personas.
El 70 % de los edificios fueron íntegramente destruidos. Sólo se respetó la Casa de Juntas y el Árbol de Guernica, símbolo ancestral del pueblo vasco.”

Os preguntaréis por qué he elegido este trágico acontecimiento. Al fin y al cabo, efemérides hay cientos. No quiero hacer una revisión política ni una memoria histórica. Volver a recordar el pasado, sobre todo este tipo de recuerdos, no es especialmente motivador. Pero creo que este acontecimiento se merece que le dediquen unas palabras.

Guernica no sólo fue una tragedia más en la Guerra Civil Española. Guernica fue un símbolo, un condenado símbolo de lo que significó el comienzo de una guerra total, preludio del odio que años más tarde fecundaría en algo más grave que la propia locura: monstruos sin escrúpulos, dominados por una ideología sin fondo, dominados por un estado psicótico que anula la esencia del ser humano.
No me refiero exclusivamente a la barbarie nazi, ni a los fascistas… porque los comunistas fueron iguales o peores en el exterminio de lo que cada uno consideraba “razas inferiores”. No estoy hablando de política, ni de ideología, ni de libertad…ni siquiera voy a posicionarme en uno u otro alegando mis razones. Tampoco me he basado únicamente en los artículos de George Steer o Southwork.

No, lo que de verdad importa, no son los jefes ni los partidos, sino la gente corriente. Gente como nosotros, que se vio envuelta en un tiempo y un lugar que no buscaron, gente que tuvo que sufrir, perder, morir… por nada. Porque eso es lo triste de las guerras, que parecen algo, algo por lo que luchar, algo por lo que morir… pero si nos paramos a pensar: nada se consigue por la fuerza, y lo que se consigue dura poco tiempo. El odio lleva a la locura, la locura al exterminio, de ahí…en caso de ser vencedores, se llega al éxtasis, a la “felicidad absoluta”. Pero NADA que nazca del odio puede tener consistencia. La historia lo ha demostrado y lo seguirá demostrando, porque parece que este mundo está condenado a seguir dando vueltas, a volver a repetir los mismos fallos…
En este día he querido conmemorar a las víctimas de Guernica, pero no porque sean víctimas de un bando o de otro, sino porque eran gente corriente, como nosotros, que aquel día, de aquel año, en aquel lugar, se levantaron como cada mañana… y no les dejaron volver a levantarse.
¿Qué ideal puede cobrarse vidas humanas y seguir siendo un ideal?

“Ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba, en la guerra son los padres quienes llevan a los hijos a la tumba.”(Herodoto)

Saludos
Anabel Abad

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho Anabel.

Todo lo que dices es cierto, absolutamente todo y me encanta que no relates de nuevo el trágico acontecimiento que nuestros profesores de historia se han encargado de contarnos sobriamente como si sólo tuvieramos que aferrarnos a los puros hechos. Los periodistas relatan objetivamente los sucesos, no imprimen malancolía ni tristeza en las noticias; pero eso no significa que seamos marionetas insensibles. Eso nos hace todavía más humanos.

javiallulli dijo...

A mi el Gernika me gusta, es uno de mis cuadros preferidos no por la calidad artística sino por el sinfín de metáforas que encierra y por el significado que conlleva.Cuentan que cuando lo trasladaban a Nueva York todos los obreros que lo envolvían se descubrieron la cabeza en señal de respeto. Hay muchas otras curiosidades como que al verlo, un miembro de un partido nazi alemán le preguntó a picasso que si él había hecho eso, a lo que picasso respondió: "No, fueron ustedes."
Además, parte de este cuadro no lo pintó Picasso. Las partes repetitivas del centro (sobre todo las rayas que salpican algunas figuras) las pintó su mujer.
Como ves me gusta mucho el tema que has elegido, soy un apasionado del arte, pero también me gusta lo que el Gernika representa, lo que tu has plasmado en tu post, y creo que eso es lo que hace grande a ese cuadro, aparte de sus dimensiones.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por los comentarios!!

Sin duda, Guernica ha sido todo un mito en nuestro país.
Picasso lo supo plasmar con su mano de artista;y se han escrito cientos de libros sobre el suceso.
Y como habéis dicho... lo importante es el trasfondo humano y social que envuelve tanto al cuadro como al acontecimiento. Porque al fin y al cabo, es la gente de a pie la que sufre y la que se merece las memorias, las medallas y los libros de historia.